EL PANTEÓN DE ROMA

EL PANTEÓN DE ROMA

panteón de Roma
IDENTIFICACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LA OBRA
En el momento histórico en el que se edificó el Panteón, los romanos vivían una época de gran variedad de cultos, aunque éstos se reservaban a nivel doméstico, ya que el culto principal era el que se debía al césar. Agrippa lo mandó edificar en el año 27 y, posteriormente, por orden de Adriano, fue remodelado. El arquitecto responsable de su construcción fue Apolodor de Damasco, al menos éste es el nombre que suena con más fuerza en los estudios realizados.
Como el resto de templos romanos es una copia modificada de los templos griegos, de los que toma prestada la imagen exterior.
ANÁLISIS FORMAL DE LA OBRA

El Panteón tiene dos partes muy diferenciadas:
En primer lugar, a modo de pronaos, un pórtico octástilo de columnas corintias con frontón triangular sin relieves; el pórtico se divide en tres naves separadas por columnas. A continuación un enorme espacio circular, la naos o cella del templo, cubierta por una gran cúpula de media naranja. El muro exterior circular es muy grueso, aunque no macizo ni continuo, carece de vanos, a excepción de las puertas y en él están insertados ocho grandes machones (grandes pilares), poco apreciables a primera vista y que son los soportes reales de la cúpula. Están disimulados en el espesor del muro, por lo que parece que son las delgadas columnas adosadas a las hornacinas las que hacen la función sustentante, cuando en verdad son más decorativas que estructurales.

En el interior se alternan espacios arquitrabados (capillas rectangulares) con otras abovedadas
(capillas semicirculares), que se corresponden con los arcos de descarga exteriores, lanzando todo el peso a los grandes machones que se encuentran entre las capillas. Los arcos de medio punto tienen un papel fundamental en la cubrición, pero apenas son visibles. Las cubiertas son de diversos tipos: armadura de madera en el pórtico, bóveda de cañón en el pequeño tramo de la entrada y cúpula semiesférica en el cuerpo principal, que es la más interesante.

La gran cúpula que cierra el espacio circular se apoya en un tambor cilíndrico o muro que soporta todo el peso. Este tambor que descansa sobre las columnas corintias está articulado con macizos y vanos alternados, arranca de una cornisa a la mitad de la altura total, y acaba en un óculo redondo de iluminación. La cúpula tiene un gran diámetro (43,20 m) exactamente idéntica a la altura de la misma; se adelgaza y aligera al elevarse por el material menos pesado utilizado (hormigón, ladrillo y piedra pómez) y por los casetones reticulados, que van decreciendo hasta llegar a la cúpula. Esto hace rebajar la cúpula y darle un efecto de perspectiva. En el interior, estos materiales pobres se recubren con placas de mármol y estuco. En la cúspide de la cúpula, nos encontramos un orificio u óculo de 9 metros de diámetro, que servía para dar luz y para la salida de humos, incluso para la recogida del agua de lluvia. El espacio tan amplio y diáfano de la cella y la luz que penetra por el óculo es uno de los grandes logros de los espacios interiores de la arquitectura romana.

Los elementos decorativos tienen más interés en los interiores que en el exterior. Ahora perdida, la decoración era bastante más ostentosa de lo que vemos. Había esculturas en su frontón, los fustes de las columnas tenían colores fuertes atenuados ahora por el paso de años, pavimento de colores vivos y formas geométricas, etc. Los casetones de la cúpula, probablemente, estarían decorados con estuco dorado sobre los que se enmarcarían grandes rosetas metálicas. El exterior es muy simple en la decoración, que se reduce a tres cornisas en el muro de la rotonda y a la fachada clásica de orden corintio. Ello era así porque gran parte del edificio estaría tapado con los edificios colindantes, hoy desaparecidos. Además, la plaza alargada y estrecha que había frente al edificio proporcionaba una visión frontal del pórtico. Sólo la parte superior de la cúpula quedaría a la vista, y estaba recubierta

por tejas de bronce dorado.
cúpula del panteón de roma

ANÁLISIS ESTILÍSTICO

Siguiendo el principio de la armonía griega, el Panteón cumple con una serie de regularidades matemáticas que acentúan la sensación de armoniosidad y de monumentalidad que emana el edificio: el diámetro es igual a la altura; su radio, a la altura del cilindro; las líneas curvas de la planta se relacionan directamente con los círculos concéntricos de la cúpula.
Esto no es fortuito, ni siquiera responde únicamente a la intencionalidad estética, sino que recrea un orbe en miniatura donde la inmensidad de éste incrementa la sensación del espectador de formar parte de un todo universal en el que el lugar central lo ocupan los dioses. La construcción del Panteón responde a la circunstancia de la multiplicidad de culto que el pueblo romano vivía en esa época. En el Panteón de Roma puede adorarse a todos los dioses, pues la grandiosidad del “vacío esférico” del edificio favorece el acercamiento a los dioses, divinidades, y minimiza el sentimiento de inferioridad de los hombres al alcanzar una especie de lugar intermedio donde encontrarse unos con otros.
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA OBRA
Al ser la ciudad el máximo icono romano, los edificios públicos son, de vital importancia. En la época en la que se construyó el Panteón los cultos religiosos eran muy numerosos y el cristianismo ya había hecho su aparición, con lo que la suma de todo ello y las influencias de cada religión, así como la verdadera necesidad de los romanos de poder disfrutar de un espacio amplio en el que poder ofrecer sus plegarias y ceremonias a sus respectivos dioses, inspiró a los arquitectos un edificio emblemático como es el Panteón. 
El verdadero protagonista del edificio es el espacio: el interior circular está libre de todo elemento que perturbe la armonía del vacío creada por la cúpula. Es el único elemento constructivo susceptible de ser utilizado de esta manera para crear un espacio común amplio y elevado, un verdadero lugar de culto a los dioses.
Los rayos del sol entran por el óculo central y determinan un verdadero espectáculo al pasar el día, pues van descubriendo nuevos matices en cada lugar que iluminan, actuando como diseñadores de elementos decorativos.
Otro lugar destacado en la decoración lo ocupan los casetones que se intercalan entre los círculos concéntricos que forman la bóveda y que estaban cubiertos originalmente con estuco. Además estos elementos se reducen de tamaño según se asciende, lo que incrementa la perspectiva. Ayudan a intensificar la sensación de esfericidad al remarcar los límites de la bóveda con los efectos de luces y sombras creadas por la luz.
 BIBLIOGRAFÍA
Apuntes de historia del arte, tema 2
https://kerchak.com/panteon-roma/
https://dreamofitaly.com/wp-content/uploads/2007/04/bigstock-Rome-Pantheon-Italy-92783618.jpg


Comentarios

  1. Mejor, pero te sigo recomendando que los primeros apartados no sean desarrollados. Que se vean claras las características.

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